Es importante para eso, que quien se encuentre en la atención comercial de un negocio, preste especial atención a la actitud de los clientes ocasionales y se mantenga alerta. Esto puede llegar a plantear alguna duda en quien este pensando o evaluando la posibilidad de cometer un delito (los delincuentes prefieren la desprotección).
También es importante no exponer los objetos de valor y de pequeño tamaño al alcance de los oportunistas, siempre es mejor tenerlos en vitrinas cerradas con llaves o debajo del mostrador.
Si le solicitan ver algún objeto de valor que se encuentra en esos lugares o que ni siquiera está en exposición, no deje el local sin alguien que lo pueda vigilar, esto puede facilitar la tarea de quienes vayan a robarle utilizando el método de “distracción”.
Desconfiar es la primera medida de seguridad. El que su “cliente” tenga un aspecto educado y de buena presencia no es garantía de honestidad, especialmente cuando las personas que lo consultan son dos o mas.
El uso de la tecnología, un recurso muy efectivo. Instalar cámaras de filmación continúa en la zona de venta, puede llegar a prevenir un posible asalto. Generalmente los asaltantes visitan primero el objetivo de robo y luego vuelven, y de esta manera usted podrá revisar los videos de quien usted considera sospechoso para asegurarse no dejarlos entrar, en la segunda visita.
Los pulsadores personales y las cerraduras a distancia son también un complemento de prevención al igual que los cierres metálicos ciegos aplicados a cristales blindados.
La conexión con una central de alarma de una entidad privada de seguridad, deberá hacerse mediante un teléfono móvil especial, para evitar cortes en la conexión. Y como recomendación fundamental, en caso de ser asaltado, y cualquiera que sea el tipo de arma utilizada para intimidar, no poner en peligro su vida, ni su integridad física, ni la de terceras personas.